Y aquí estoy con sensación de no saber nada,
con pizcas de una amarga incertidumbre que me invade cada vez que aparece el espacio...
pero al mismo tiempo agradecida por la vida y sus regalos... conocer, apreciar, aprender...
y seguir nuestro camino con las flores que nos van decorando la cabeza y el corazón, mientras transitamos por él...
con pizcas de una amarga incertidumbre que me invade cada vez que aparece el espacio...
pero al mismo tiempo agradecida por la vida y sus regalos... conocer, apreciar, aprender...
y seguir nuestro camino con las flores que nos van decorando la cabeza y el corazón, mientras transitamos por él...
Bebé, mi bebé, nuestra bebé, bebé de la vida:
No te esperaba pero desde el instante que supe que venías me hiciste inmensamente felíz... no tuve dudas contigo, desde ya sabía que te quería... todo cambió para bien... las causas y las consecuencias de todo lo que había hecho y seguía haciendo en mi camino... un giro, una nueva posición desde donde pararme, desde donde observar, una nueva perspectiva transformadora... eso hiciste, transformar mi vida en esos casi nueve meses que te tuve dentro de mí... que hermoso como fuiste manifestandote poco a poco en mi interior, tanta interacción que hubo entre nosotras... estabas ahí, te sentía desde tan temprano y sabía que me sentías, supimos demostrarnos un gran amor, un amor que no conocía y que no sabría explicarle a nadie, un amor que, pudimos compartir con algunas personas, sobretodo tu papá, pero más que nada un amor que era de nosotras... nuestro amor.
Intenté que cada paso en este nuevo transitar fuese dirigido hacia tu bienestar, investigué todo lo que pude sobre esta nueva etapa a la que me hiciste despertar, dediqué la mayor parte de mi tiempo a conocer y entender este nuevo mundo al que me invitaste... y, a veces tuve un poco de miedo, pero me hiciste tan felíz que encontré la fuerza para sobrellevarlo... recuerdo mucha gente que me daba consejos y me hablaba sobre como la maternidad no iba a ser fácil, sobre los sacrificios de tiempo y esfuerzo que habría que hacer pero eso no hizo más que emocionarme aún más con la idea de poder tenerte en mis brazos, cuidarte, alimentarte, compartirte todo lo que había aprendido con cada puerta que he abierto durante mi transitar en esta tierra... llenarte de amor, amor... amor que sigue aquí para ese angelito que tuve una vez en mis brazos... no podía creer lo hermosa que eras, tu piel tan suave, tu carita tan delicada, tantos cabellitos, tu hermoso cuerpesito, esas manitos grandes con deditos largos, una figurita perfecta con rasgos tan increíblemente hermosos... nada ni nadie podrá sustituirte, Naia Gaelle Tavárez Mirabal... cada momento que me regalaste, desde esuchar tus latidos y verte por un aparato cuando aún estabas dentro de mí, más las sensaciones tan únicas de tus movimientos y tu forma de comunicarte, hasta el tenerte en mis brazos cuando ya no estaba la vida en tu cuerpo, cuando ya te habías convertido en nuestro angelito, el angelito de papi y mami, al que tanto amamos y seguimos amando, aprendiendo a verte y sentirte ahora de otra forma, porque sabemos que siempre estarás a nuestro lado y en nuestro interior, porque sé que, en esta vida, nada muere, todo se transforma... aunque ahora me cueste tanto entenderlo...
Viniste sin haberte esperado y te marchaste sin esperar que lo hicieras, tu estadía en este plano material fue fugaz pero impresionantemente hermosa y transformadora... nos regalaste tantos momentos de calidad, una verdadera bendición... ahora te manifiestas de otra forma, eres nuestra lucesita que nunca se apagará.
Transformaste nuestras vidas,
Gracias por tu Amor.
Tu madre y tu padre que te aman pa siempre.
There's a natural mystic blowing through the air...


