Esa nave espacial que por un momento fue gigante y de repente se volvió pequeñita fue solo algo que soñé... Me desperté, accediendo a esta nueva dimensión de sorpresas, algunas dolorosas pero nutritivas... Me envolvió ese torbellino, me arrastró, me golpeó con el piso, con el techo... una sacudida estelar.
Y sintiendo estar aquí, la sentí... era ella de nuevo...Te busqué tanto... Ahora estoy aquí. Solo esos grandes torbellinos nos unen... Necesitabas estar por tu cuenta un tiempo. Viste, hiciste, te retorciste, fundiste... pero aprendiste?
Eso creo... eso veo...
Te amo niña sin tiempo, anciana sin lamento.
Grazie mille a los integrantes de mi teatro.
Fue hermoso.
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